Una entrada tardía, Alejandro.
Una entrada tardía, Alejandro. Debía una entrada, de febrero, esa de la exposición de trabajos de grado, a la cuál si fui, pero en realidad no estuve allí. Llegué un poco tarde, pero aún no había comenzado la conferencia, me senté solo en la parte de atrás, me quedé mirando a una profesora, ella me miró y me guiñó el ojo, me puso nervioso, miré a otro lado y me distraje. A los cinco minutos vi llegar a Alejandro, mi mejor amigo, hace dos semanas no lo veía, me puse feliz, quité mi bolso de la silla de al lado para que se sentara, y así fue. Desde ese momento, solamente con la mirada, sabíamos que no íbamos a prestar atención a las exposiciones y comenzamos a hablar, en voz baja, por supuesto. Alejandro, el ser más egocéntrico que he conocido en mi vida y sin duda, una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Él, es quién ha estado a mí lado durante los últimos tres años de vida, y juntos hemos aprendido a perdonar, a ver la vida diferente, a tener amor propio, a solu